¿QUÉ ES LA POESÍA? Por SULLY PRUDHOMME
Sería decepcionante preguntárselo a los diccionarios.
Las palabras sirven de signos de expresión a las ideas, pero con
demasiada frecuencia se prestan también a confundirlas. En realidad, mientras
las ideas se hallan continuamente en movimiento para diferenciarse y
precisarse, las palabras solo se alteran muy lentamente; así ocurre que un
mismo vocablo acaba por significar cosas que ya no tienen casi nada en común e
incluso que pueden ser completamente distintas, dando lugar a posibles
confusiones. Las palabras poesía y poeta
pueden servir de ejemplos evidentes.
Nuestros mejores diccionarios citan para cada una de ellas diversas
acepciones.
Lo que en ellos se llama poesía está caracterizado, ya por cierta
modalidad del pensamiento, ya por cierta forma de lenguaje, es decir, unas
veces por inspiración y otras por el verso.
Como, además de la palabra poeta
se deriva de la definición de la palabra poesía,
se infiere que no podemos calificar de poeta a quien no tenga la menor
aptitud para hacer versos y, por el contrario, que puede uno ser calificado de
poeta por la sola aptitud para versificar, sea sobre lo que fuere. Las
expresiones prosa poética, poemas en prosa tienden, además a borrar
la línea de demarcación entre la prosa y la poesía. Por último, a los libros de
versos, cualquiera sea el asunto del que traten, sea amoroso o didáctico, se
les denomina indistintamente libros de
poesías.
Esta confusión general es lamentable, pues hace difícil la tarea de
discernir en que consiste la poesía propiamente dicha y cuáles son sus
relaciones con la versificación.
¡La poesía propiamente dicha! ¿Acaso el forjar excelentes versos- me
diréis- no es ser poeta por excelencia?
Por tanto, la verdadera poesía es el lenguaje de los versos bien
acuñados. -¿Nada más?-Cuidado. Los cuentos de La Fontaine, por ejemplo, son la
obra maestra del género;¿puede deducirse de ello que sean la obra maestra o el
modelo de la poesía? Indudablemente, Lamartine no hubiera sido de esa opinión. -¡Que importa!- replicareis-
Eso no impide que saludemos a La Fointaine como verdadero poeta, e incluso como
un gran poeta (…) Sus emociones, tal vez más discretas e ingenuas que las del
gran lírico, no son menos exquisitas. ¿No es, por tanto, poeta a tan justo
título como él, cuando se inspira en lo mejor de sus ser y puesto que sus
versos saben elevarse de la gracia a la belleza?
Ahora bien: ¿es que la belleza de los versos no es nada más que la
estructura habilidosa o irreprochable? ¿Acaso no es también aquello que la
forma toma del pensamiento que la modela y del corazón que la anima?
En una palabra: ¿acaso no es eso, precisamente la poesía?
¿Y no pudiera ser que, entre todos los poetas dignos de ese nombre,
existiese, al mismo tiempo que un parentesco de aptitud para versificar, un
profundo parentesco moral, y que se fuera tanto más poeta cuando en más alto
grado se ofrecieran algunos de los caracteres que más exaltan a la especie
humana por encima de todas las demás de la tierra?(…)
Ser encanto de los sentidos (el oído o la vista) es condición esencial,
fundamental de todas las artes, y el artista puede perfectamente limitarse a
ella. Pero también es libre de emplear ese encanto sensual para la traducción
de emociones morales, es decir, de explotar la sensibilidad nerviosa en favor
del corazón.
Así se concibe que por medio de los sentidos todas las artes sean
capaces de suscitar, en diversos grados, una aspiración.(…)
Al igual que todas las artes, la poesía tiene por objeto principal
suscitar la admiración, e incluso esto constituye para ella un deber aún más
imperioso que para las demás, porque para conseguirlo dispone de recursos todavía
más poderosos. Se halla en posesión del lenguaje, que, en cierto modo y hasta
cierto punto, le permite asociarse las otras artes, añadiendo así a aquello que
le es propio una contribución de imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario